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Volver a entrenar…después del verano.

La llamada “vuelta al cole”. El verano se acaba, las vacaciones también y con ello, la vuelta a las rutinas diarias. Entre ellas las tareas a las que nos dedicamos todo el año, casualmente apartadas, si buen tiempo lo requiere. Entre ellas y una de las más comunes,  es volver a entrenar.

Es necesario que durante el año, exista un periodo de descanso de la actividad diaria. En gente que entrena, esto es fundamental y aunque no se recomienda la inactividad absoluta, sí se recomienda cambiar de actividad o variar la intensidad del ejercicio. Lo más común en mortales como nosotros, que consideramos  el  deporte como nuestro hobbie y nuestra manera de mantener una buena salud,  es que se produzca una bajada de forma por pérdida de hábito. En este caso la llamada “vuelta al cole”,  se hace un tanto cuesta arriba, más aún si eres del grupo de iniciados que antes tampoco entrenaban y han decidido empezar de una vez por todas.

Empezar a hacer ejercicio, iniciarse en un deporte,  apuntarse a un gimnasio, perder los kilos que hemos acumulado a base de terracitas y “vuelta y vuelta” al sol, son algunas de las propuestas que decidimos fervientemente poner en práctica pero no sabemos ni cómo, ni si vamos  a ser capaces. En el artículo de hoy, pretendemos darte pautas para que volver a la actividad diaria no sea una tortura y para que antes de que te des cuenta, estés a pleno rendimiento.

Volver a entrenar

Si lo que quieres es retomar tu rutina de actividad física, las pautas son muy sencillas.

-          Empieza poco a poco, sea cual sea tu actividad, ten en cuenta que no deberías empezar donde lo dejaste. Si corrías 1 hora, empieza por 20 minutos, si hacías dos clases de ciclo, haz una suave, si nadadas 6 días por semana, nada 2. La idea es rebajar la cantidad de entrenamiento “que crees” que puedes hacer  para que no te lesiones, tengas excesivas agujetas, sea extenuante y duro y sobre todo, evites el sufrimiento de pérdida de forma, que tendrás al volver a entrenar. Esto último es importante porque es lo que nos mina la fuerza de voluntad  y hace que volver a entrenar,  sea muy duro.

-          No te agobies.  Acepta que necesitas de dos semanas a un mes, para estar de nuevo dentro de ese ritmo de entrenamiento y al principio te costará cogerlo. Asimílalo cuanto antes, así cuando te llegue esa sensación, podrás identificarla y dejar que pase.

-          Complementa tu entrenamiento con un estilo de vida acorde. Está claro que el verano descoloca horarios y comidas. Elige volver a entrenar cuando ya puedas volver a comer ordenadamente, sin excesos y respetando tus horas de descanso.

Empezar una actividad nueva.

Pero si tu objetivo es iniciarte en una actividad, te aconsejamos  que por encima de todo, tengas claro un aspecto importantísimo: La progresión.

No hay nada que no mejore con el entrenamiento, ni adaptación que no se produzca con la progresión. Hagas lo que hagas, progrésalo.

-          Si quieres empezar a correr, sal a correr hasta que te canses. Independientemente del tiempo, da igual cuanto tiempo. Sal a correr y cuando te canses vuelve. La única pauta es que el siguiente día que corras, al menos deberías correr lo mismo que la vez anterior. Verás, como poco a poco tus tiempos mejoran y ¡eres tú quién lo decide!

-          Para comenzar a practicar ciclo indoor, lo primero es que empieces con clases de iniciación, suaves, sin mucha resistencia y manejables. Asegurándote que la técnica es la adecuada y pedaleas correctamente.  Hacer ciclo indoor no tiene por qué ser exahustivo. Aquí tienes un ejemplo de una clase que te puede servir. Accede a la clase.

-          Lo mismo ocurre con el resto de actividades. Quédate al principio con la sensación de poder haber hecho un poquito más. Al menos durante las dos primeras semanas. Dale tiempo a  tu cuerpo a que se adapte y a tu mente la oportunidad de ver esta nueva actividad como algo en lo que quieras progresar y no como algo que rechaces.

En definitiva, si has decidido que ya es hora de volver a ponerte en forma, hazlo poco a poco y progresado. Aumenta los días de entrenamiento paulatinamente, así como la carga de cada uno de ellos. Ten paciencia y combínalo con una buena alimentación y un buen descanso.

Para cualquier otra cosa que necesites, ya sabes dónde estamos,  ¡Ánimo!

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